Tempus fugit

Tantos y tantos clichés para decir que el tiempo vuela.
Tantas y tantas personas que siempre estuvieron ahí.
Elegir una sola de ellas sería como elegir una estrella.
Cada uno a su estilo, único e irrepetible.
Seis años.
Unos mejores que otros.
Pero sabiendo que quienes realmente merecen la pena
seguirán estando siempre ahí.
Y deseando estar cerca
de la gente que de verdad me importa.
Aunque los planes de futuro nos separen
los años de compañerismo nos unen.

Por qué lo llaman final cuando en realidad es el principio?

Por qué lo llaman final
cuando en realidad es el principio?
Se acaba una etapa, sí,
pero ahora es cuando empieza
la aventura por sobrevivir.
Ahora es cuando impera
la ley de la selva.
Aquél que consiga
derrotar a sus adversarios
llegará a rozar el cielo,
como quien encuentra en labios aparentemente hostiles
un beso inesperado.
Sueña con ser el primero, con conquistar el mundo.
Pobre iluso.

New York

Lejos, muy lejos de una gran manzana agridulce.
Tan gélida.
Saborearla no ha sido una tarea sencilla.
Imperfecta, pero asombrosa.

12.02.10 - 17.02.10

(L)

EVERYTHING^^

Lejanía.

Cada hoja que cae.
Cada gota de lluvia.
Cada segundo.
Cada fugaz mirada.
No importa lo que ocurra.
El tiempo pasa irreparablemente
y cada vez estás más lejos.
Tu sonrisa se aleja,
y con ella, la mía.
Algún día te veré pasar
oculto entre la multitud.
Mi mirada encontrará a la tuya.
Tu sonrisa brillará en mis ojos.
Pero tu mirada.
Tu mirada no volverá a ser la misma.

Desgarradora furia

Iracunda, cierro la puerta, sin golpearla para no despertar a los demás. Aunque ganas no me faltan. La furia invade cada centímetro de mi piel, cada gramo de mi grácil y juvenil cuerpo está embebido de un torrente de ira que emana desde lo más hondo y se propaga velozmente como el más asolador de los incendios. La última discusión ha hecho explotar con un potente estruendo la bomba atómica de mi rebeldía. Mis miembros se han sumido en un temblor infinito a raíz de la magnitud de mi terremoto interno.
Poco a poco, lentamente, sin prisa pero sin pausa, mis dedos dejan de vibrar. Mi rostro va recobrando su estado habitual, destensándose. He conseguido mi propósito, previo pago de un acalorado encuentro en el que ambas partes han sacado a relucir los defectos de su adversario. La pírrica victoria me sumerge en un cuadro de euforia con marcadas pinceladas de desolación. Ellos no tienen culpa, pero la avaricia y la búsqueda de beneficio propio ponen de relieve que el fin justifica los brutales y dolorosos medios con los que he adquirido mi propósito.

Para romper el silencio

Corazón. Pensamientos. Sentimientos. Amor. Odio. Alegría. Tristeza. Por un lado, el cuerpo. Por otro, el alma. Ninguno puede vivir sin el otro. Porque entonces no sería humano.